CENICIENTA (LA ADAPTACIÓN
COLOMBIANA)
Esto es Lo que debió suceder en lugar del “arte” mediocre de los ilusos, o como se quiso hacer creer a todos los lectores de la cenicienta, una historia patética con final feliz, lagrima y perdices muertas.
Bueno todo debió suceder así:
En primer lugar la mamá de esta niña infeliz no se debe morir como en todas las historias de siempre (esta versión es para que se den cuenta que todas las historias han sido iguales y los ejemplos sobran). La señora lo que hizo fue irse con el primer baboso que se le atravesó, porque su esposo no le daba ni para los calzones, entonces la “niña” que no era tan niña porque con 22 años; bueno sucedió lo de siempre el papá se levantó moza (la madrastra que venía con ñapa al hombro sus hijitas de 27 y 28 añitos), y como era de esperarse no les alcanzaba para pagar una empleada, así que a cenicienta le figuro chupar de manteca y ponerse a coimear, además al señor (papá de cenicienta) le toco irse a trabajar a una finca jornaleando recogiendo café, ya que había que aprovechar porque el trabajo de cotero no le daba para más sosteniendo a tanta gente, sobre todo a su nueva esposa e hijas, trio de mantenidas que no sabían ni remendarse los calzones, y pues como en esta historia cenicienta no era tan pendeja, aprovecho la partida de su papá para largarse a gaminear, y así paso la cosecha y el señor regreso, y busco a cenicienta en la cocina de su casa con la sorpresa de no hallarla guisiando, pero él sabía muy bien dónde encontrarla, ya que años atrás ella se había escapado igualmente, se fue por ella, y al rato llego con cenicienta que estaba toda haraposa y en medio de una traba de bóxer ni la berraca, ya que todo ese tiempo había estado con un parche de ñeros bien bravos, con ellos volvió a las andadas de su niñez pidiendo limosna para el vicio que es el alimento sagrado de las calles. Luego trataron de rehabilitarla, tras meses en tratamiento que pagaron con el Sisben, cenicienta regreso a guisiar a su casa, hasta que un día su padre buscando trabajo compro un periódico y vio un anuncio que le compartió a toda su familia el cual decía: “se necesitan empleadas para el negocio de comidas rápidas El Palacio Real de la Empanada”; y como es de suponerse cenicienta y sus hermanastras acudieron, y todas fueron contratadas de amasadoras, paso el tiempo, y otro día en la víspera para el cumpleaños del hijo del patrón se organizó una fiesta, a la cual todos los empleados quedaron invitados, y como es de esperarse todas las empleadas estaban emocionadas, porque si alguna estaba de suerte podía caerle bien al hijo del patrón quien sería el nuevo encargado de ordenar los ascensos después del festejo, y había que aprovechar. Llego la noche del fiestón, todas se arreglaron lo mejor que pudieron, y según la historia a cenicienta que se iba a colocar un vestido de la mamá de ella, puff se quedó bien un chispero, porque la polilla acabo con él, todo por no meterle las bolitas de naftalina, y como ella no tenía plata suficiente solo le alcanzaba para los pasajes de la buseta de esa noche, era de lógica que no podía pagar el alquiler de un vestido, y mucho menos conocía a alguien con la percha para conseguirse uno prestado, además su madrasta les dio a sus hijas toda la plata que tenían ahorrada para pagar el arriendo, para que ellas alquilaran sus trajes, y así fue como la pobre cenicienta sin más remedio se echó a llorar, pero para fortuna de ella al pie de la pata de la cama tenía el tarro de bóxer, el cual cogió, lo destapo y se puso a chupar de lo lindo, al rato ya toda trabada salió a la calle donde por casualidad en ese momento pasaba una viejita vendiendo frutas y loterías, y como cenicienta no había comido se gastó lo del bus en una calabaza, pero fuera de esto le alcanzo el dinero de las devueltas para comprarse una lotería instantánea, la cual raspo con tal suerte que se la gano, así que se pueden imaginar la dicha de esta infeliz asalariada llevada del que la trajo, aunque bueno no era mucha la plata que se ganó, le alcanzo para alquilar un buen vestido y pagar la carrera del taxi hasta la fiesta, quedándole apenas plata para pagar el bus de regreso; bueno ya en la parranda ella se puso a tomar, a comer matando las atrasadas, y por su puesto a bailar hijuemadre, y después de un rato se encontró como es de esperarse con el hijo del patrón quien se llamaba Príncipe, y da la casualidad que él también había estado en el parche bravo de la ñerada junto a cenicienta, a quien él nunca había visto trabajando en el negocio de su padre ya que se había ido a estudiar a la universidad y recién regresaba a ponerse al tanto del negocio, y del cual cabe anotar que cenicienta estaba tragada por una que otra revolcada que habían tenido juntos años atrás; y entre tragos y baile dieron las 12:00 AM, y cuando cenicienta se dio cuenta de lo tarde que era, ya que era la hora en la que pasaba el ultimo bus, sin pensarlo siquiera salió corriendo sin despedirse de nadie, pero del afán se le cayó el carné del trabajo, el cual Príncipe recogió apretándolo fuertemente con su mano, pensando que se le había escapado la presa de la noche.
Como era fin de semana cenicienta no regreso a su trabajo sino hasta el lunes, ha y también sepan que tuvo que devolver el vestido porque si no le tocaba pagar una multa por retraso, paso el fin de semana y ya el lunes cuando estaba ella trabajando llego Príncipe, y sin son ni ton se dieron tremenda chupada de trompa con trepada y todo de pierna al mejor estilo de Corín Tellado, luego de muchos besos él le devolvió el carné y la invito a que comieran perdices en la fritangueria, y mientras fueros felices o sea de la llenura, él le dijo que era casado pero a ella no le importó, y se comieron los dulces de nuevo, y así ella se convirtió en la moza del hijo del patrón de su trabajo, todo esto para que la ascendieran, y paso a atender en la sección de pedidos donde permaneció hasta que la pensionaron, ha y también tuvo un par de hijos, pero eso es parte su historia privada, ya que resultaron medio hermanos del Príncipe.
Fin.
Pd. No hay Pd.
Att.
J.R.C.S.