LAS HADAS MARICONAS – Seres Perversos
Eran bichucos raros, los
cuales utilizaban sus poderes para fastidiar a los humanos, de travesura en
travesura les jodian la vida a los habitantes de Una Villa, lo único que les
favorecía a tantos desgraciados por esta plaga era la duración de dichos
hechizos, que solo duraban hasta el mediodía, ya que estos seres para poder
hacer sus almuerzos desencantaban a los humanos sometidos, porque esos
quehaceres domésticos eran la única cosa que obligaba a los bichos estos a
trabajar, pero un día estas criaturas se rebelaron dejando de coimear, y no
hubo sino algún de buenas que pudo escapar a los terribles hechizos y huir para
pedir ayuda, ya que los encantamientos transformaban a las personas en
travestis y drag-queens, con trajes setenteros, obligándolos a estar en una
happy trans party las 24 horas o hasta desfallecer, mientras las malvadas hadas
se cagaban de la risa; retomando el único de buenas logro llegar a la ciudad
más cercana en donde contrato a unos exterminadores de plagas por ser los más
famosos de la comarca, y así se montaron en una camioneta rumbo a Una Villa,
tan pronto llegaron los exterminadores se bajaron del vehículo, pero las hadas inmediatamente
se percataron y decidieron también trasformar a los recién llegados para la
fiesta, estuvieron ambos bandos frente a frente, mirándose a los ojos,
examinándose sus debilidades, mientras el cobarde fugitivo estaba escondido en
la camioneta, luego los exterminadores dijeron: Hasta aquí llegaron mal
nacidas. Esto ofendió tanto a las hadas que todas gritaron: ¡Gonorreas!, que se
han creído, ahora mismo los vamos es pero a poner a brillar el piso de la pista
de baile con la lengua. Y los exterminadores respondieron: Primero se tienen es
que meter esas putas varas culo arriba malparidas, parrandada de mariconas.
Entonces fue cuando desenfundaron a ambos lados, los unos sacaron sus mangueras
del dispensador, y las otras alistaron sus varas. Hubo un silencio en el lugar,
luego se oyó la palabra, ¡fuego!, y las hadas lanzaron sus hechizos, pero no se
esperaban que los exterminadores sacaran unos espejos ordinarios, pero
efectivos, los cuales hicieron rebotar sobre ellas sus poderes que las pusieron
a bailar desenfrenadamente, luego los exterminadores con la ayuda de una
aspiradora gigante (bueno, no tanto) que traían en la camioneta, las
succionaron a todas, después las enjaularon y las fumigaron con glifosato (ya
que esta es la única sustancia conocida efectiva contra esta clase de plagas), y mientras morían, gritaban y lanzaban
madrazos a todos los presentes, lo cual hizo que los hechizos se desvanecieran
rápidamente.
Muy agradecidos todos los
habitantes por haber sido liberados, pero no exonerados de la deuda por el
rescate, tuvieron que firmar una letra, para pagarles a los exterminadores
después, porque el pueblo estaba muy destruido, y no podían pagar ni las
reparaciones, ya que no había con que, porque todo lo que tenían se lo habían
gastado en la mega party que habían tenido; entonces todos se dedicaron a
cultivar coca, y amapola, así el bienestar regreso rápidamente al pueblo, donde
la gente vivió muy feliz hasta que aprobaron el plan Colombia (Antidrogas).
Fin
Att.
J.R.C.S.
2000